No estoy entrenada en hablar ni menos escribir. Lo más que he hecho es hacer proofreading y enseñar inglés.
Pero puedo intentar escribir de arte para aclararme yo, como si esto fuese un asunto de higiene mental.
Aquí esperando mi alumna de inglés que yo creo que no va a llegar.
El arte está en el museo. También había arte en mi casa, y era tan importante como las artesanías. Así fue, no se hizo diferencia. La habilidad manual, los procesos para lograr hacer objetos hermosos. Mi padre y madre eran personas sensibles, dentistas que tenían un trabajo social y estético. No hay forma de comparar ese trabajo con las obras que ahora se despliegan en museos con textos que explican su objetivo de salvar al mundo. Al mundo se lo salva con educación y salud pública. No con dibujitos. los que nos salvamos con dibujos y pinturas somos los que no tenemos el carácter para ayudar en la salud ni en la educación.
Ya no tengo creencias religiosas. Ese fue un camino en el que me demoré 30 años. Estoy más cerca de la ciencia y la filosofía lógica que el arte o las modas de género. Me dan igual las modas contemporáneas de arte conceptual. Creo que no se puede hacer mucho con ready mades. se quedan cortos para mis necesidades de contar la historia de mi cuerpo.
El arte es la actividad que abraza mi alma y le dá un hogar. Es un hogar fantástico, creado por mí misma. Ahí están mis colegas y mis alumnos.
No brilla ni hace ruido. Es silencioso y sin embargo penetra en lo más profundo de mi entendimiento dejándome cada vez de cara al misterio que es esta vida temporal.